LICENCIA PARA COCINAR…

Nos llamamos Taller Gastronómico Casanellas porque es el nombre que mejor define cómo queremos trabajar, nuestra filosofía.

Sin embargo, a los trabajadores de nuestra administración, parece que les asustó nuestro nombre y nuestras intenciones de trabajar sin escondernos en una cocina, de cara, en un pequeño local donde apenas caben 16 personas. 
Y es que lo nuevo asusta. En lugar de acercarse a nuestro local para interesarse por qué era aquello de Taller Gastronómico o consultar en otras administraciones a cerca de las decenas de Talleres que hay en el Estado, prefirieron no trabajar demasiado y en estas condiciones, inauguramos en junio nuestro Taller.
A los siete días de abrir, llegó el mazazo en forma de amenazas: no podemos servir comidas. Se nos va el verano, las fiestas, las ferias, etc., con la consecuente pérdida económica que esto supone. Comenzamos entonces lo que parecía un mero trámite burocrático que nos obligaba a adaptarnos a los obsoletos epígrafes y etiquetas que definen y regulan los negocios de hostelería actuales, en los cuales no queda recogido nada que se parezca a un Taller Gastronómico. Trámite, que, para nuestra sorpresa, se ha alargado durante más de seis meses.
Con la que está cayendo, asombra que la administración no apoye, ayude, asesore, anime, acompañe, informe y/o respalde a emprendedores que arriesgan sus ahorros y su futuro.
Estos últimos seis meses, lejos de rendirnos, hemos luchado duro por conseguir adaptarnos a la etiqueta a la que hemos tenido que ajustarnos para poder ofrecer, además de los cursos y talleres, comidas.
Y sí, Olentzero nos ha traído, por fin, la licencia de Restaurante y nos ha sacado de esta ridícula irregularidad.
Gracias a todos los que nos habéis ayudado en esta pesadilla.
Pronto os informaremos de menús, horarios y demás!

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